¿Un auto eléctrico mexicano? Sí, y no hablamos de un proyecto lejano o inalcanzable. El Gobierno de Claudia Sheinbaum acaba de presentar Olinia, la primera armadora de minivehículos eléctricos 100% diseñados y fabricados en México. La apuesta es ambiciosa: ofrecer modelos accesibles, sostenibles y perfectos para la movilidad en ciudades. La meta es clara, y hasta tiene una fecha simbólica: llegar al Mundial de 2026 en el Estadio Azteca manejando un Olinia.
Con un capital inicial de 25 millones de pesos y la colaboración de investigadores del Instituto Politécnico Nacional y el Tecnológico Nacional de México, el proyecto promete revolucionar la forma en que nos movemos. Pero, ¿qué hace a Olinia tan especial? Por un lado, sus precios. Se estima que estos autos tendrán un costo que oscile entre 90,000 y 150,000 pesos (alrededor de 4,500 a 7,500 dólares), mucho más accesibles que otros modelos eléctricos en el mercado.
El plan contempla el desarrollo de tres versiones de minivehículos:
Uno para uso personal, perfecto para los trayectos del día a día.
Otro para movilidad de barrio, ideal para esos viajes cortos en zonas urbanas.
Y un modelo más pensado para entregas de última milla, enfocado en el creciente mercado del e-commerce.
¿Qué significa Olinia? La palabra proviene del náhuatl y significa “moverse” o “estar en movimiento”, un nombre que le va como anillo al dedo a un proyecto que busca impulsar la movilidad eléctrica en un país donde, según las cifras, el 70% de la población vive en zonas urbanas y el 80% de las personas recorren menos de 30 kilómetros al día.
Durante la presentación del proyecto en Palacio Nacional, la secretaria de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación, Rosaura Ruiz Gutiérrez, calificó este avance como un “hecho histórico”. “Olinia contribuirá a la transición energética y reducirá las emisiones de combustibles fósiles, además de optimizar el espacio urbano con sus vehículos compactos”, explicó.
El equipo detrás de este proyecto también tiene una visión clara: competir en grande. Roberto Capuano, líder del desarrollo, señaló que la intención es que Olinia pueda plantarse frente a grandes nombres como Tesla o BYD. Aunque los diseños presentados son apenas prototipos, se espera que el modelo final sea ensamblado en territorio nacional y que utilice principalmente componentes mexicanos.
¿Por qué minivehículos? Porque esta categoría tiene un enorme potencial. En países como China e India, se vendieron 1.3 millones de minivehículos eléctricos en 2023, y México podría subirse a esa tendencia con su propia propuesta. La industria automotriz ya representa el 4% del PIB nacional y el 20.5% del PIB en manufacturas, por lo que este proyecto podría consolidar aún más el liderazgo de México en la producción de vehículos.
El reto ahora será asegurar que Olinia sea un éxito en ventas. Aunque todavía se desconoce cuántas unidades estarán disponibles o cuáles serán los puntos de distribución, el objetivo es claro: para 2030, México quiere estar en movimiento eléctrico. ¿Estás listo para ser parte del cambio?
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