Científicos des-extinguen al lobo “terrible” que inspiró a Juego de Tronos
- guizarnoehmi
- 8 abr
- 2 Min. de lectura

Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción o fantasía épica al estilo Juego de Tronos, hoy es una realidad científica que marca historia: el lobo “terrible”, una especie que se extinguió hace más de 12,500 años, ha vuelto a la vida. Y no, no es un CGI, ni una criatura de Westeros. Son reales. Caminan, aúllan y caben en la palma de una mano.
La hazaña lleva el sello de Colossal Biosciences, una empresa estadounidense especializada en biotecnología que acaba de anunciar el nacimiento de los primeros animales “desextintos” de la historia. Rómulo y Remo, dos cachorros de lobo “terrible” de seis meses de edad, fueron creados mediante avanzadas técnicas de edición genética utilizando ADN extraído de fósiles que datan de entre 11,500 y 72,000 años de antigüedad. Sí, estás leyendo bien: parte de ese ADN salió de un diente de 13,000 años y un cráneo de 72,000.
Junto a ellos, también nació una hembra a la que han llamado Khaleesi, en honor a la protagonista de Game of Thrones, serie donde el lobo huargo se volvió un ícono gracias a la Casa Stark. Y con razón: en la ficción, los huargos eran criaturas enormes, majestuosas, inteligentes y con un vínculo casi místico con sus dueños. Lo curioso es que no estaban tan lejos de la realidad.
Según Colossal, los lobos “terribles” originales eran hasta un 25% más grandes que los lobos grises que conocemos hoy. Tenían un pelaje más claro, grueso y adaptado al frío extremo, y una mandíbula poderosa, capaz de triturar huesos. Vivieron en América durante el Pleistoceno, hace entre 3.5 y 2.5 millones de años, y se extinguieron tras la última glaciación. Pero su legado se mantuvo vivo en la cultura pop, apareciendo no solo en la saga de George R.R. Martin, sino también en Calabozos y Dragones y videojuegos como World of Warcraft.

De hecho, el propio George R.R. Martin participó como asesor cultural en este proyecto y dejó claro que, aunque muchos ven a estos animales como mitología pura, en realidad fueron piezas clave del ecosistema americano. Ahora, gracias a la ingeniería genética, no solo se rescata una especie extinta, sino también su importancia dentro del equilibrio natural.
Los pequeños lobos están siendo criados en una reserva ecológica altamente controlada y certificada por la American Humane Society. Un espacio equipado con cámaras, personal especializado, drones y zonas de interacción que aseguran su bienestar. En un video compartido por la empresa en X (antes Twitter), se puede ver a Rómulo y Remo, aún diminutos, aullando como si supieran que están escribiendo un nuevo capítulo de la historia natural.
Esta desextinción no solo es un hito científico, también es un llamado a reflexionar sobre el futuro. ¿Podemos reparar parte del daño que la humanidad ha hecho al planeta? ¿Hasta dónde llegará la bioingeniería en el rescate de especies perdidas? Hoy es un lobo prehistórico que inspiró dragones y espadas, mañana podría ser el mamut lanudo o incluso otras especies desaparecidas por causas humanas.
Por ahora, lo cierto es que los Stark ya no son solo una familia de ficción. Su emblema respira de nuevo, camina, aúlla y tiene nombre: Rómulo, Remo y Khaleesi.
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