El lunes, las calles de numerosas ciudades y pueblos de Venezuela se llenaron de manifestantes después de que Nicolás Maduro asegurara un tercer mandato en una polémica elección. Líderes de la oposición afirmaron tener pruebas de haber ganado de manera "irreversible y categórica". Medios reportaron el derribo de hasta seis estatuas de Hugo Chávez en distintas regiones del país.
Por la tarde, grandes multitudes se enfrentaron a las fuerzas de seguridad que intentaban dispersarlas. Washington y otros gobiernos cuestionaron los resultados oficiales que declaraban la victoria de Maduro sobre Edmundo González. El Consejo Nacional Electoral (CNE) anunció que Maduro ganó con el 51% de los votos, extendiendo el dominio chavista por otros seis años.
Más tarde, María Corina Machado y otros líderes opositores presentaron actas que, según ellos, demostrarían que González obtuvo más votos que Maduro. Desde la mañana, se registraron numerosas protestas en varias ciudades, incluyendo Maracay, donde un manifestante murió, y Barquisimeto, donde hubo cuatro heridos. En Caracas, a pocas cuadras del Palacio de Miraflores, hombres armados impidieron el avance de un grupo de manifestantes que gritaban "libertad, libertad".
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