Donald Trump dice considerar la posibilidad de lanzarse a un tercer mandato

Donald Trump lo hizo de nuevo. El expresidente de Estados Unidos, conocido por su estilo desafiante y su afán por romper las normas, dejó caer una bomba política en una reciente entrevista con NBC News. Entre frases calculadas y respuestas enigmáticas, Trump insinuó que podría buscar un tercer mandato en la Casa Blanca, a pesar de la prohibición constitucional que impide a cualquier presidente reelegirse más de dos veces.

“No estoy bromeando”, afirmó con su característico tono desafiante cuando se le preguntó sobre la posibilidad de continuar en el poder después de 2029. Cuando la periodista Kristen Welker le recordó que la 22ª Enmienda de la Constitución, ratificada en 1951, lo impide, Trump simplemente respondió: “Hay métodos con los que podrías hacerlo”.

El comentario no pasó desapercibido. La idea de que un expresidente busque extender su tiempo en el cargo ha sido históricamente un tema sensible en Estados Unidos, donde la reelección indefinida quedó fuera de juego tras la Segunda Guerra Mundial, cuando Franklin D. Roosevelt gobernó por cuatro mandatos. Desde entonces, la norma ha sido clara: dos periodos y nada más.

Pero Trump, nunca ajeno a la controversia, dejó entrever que existen “otras” formas de sortear la restricción. Cuando Welker le preguntó si una opción sería que su vicepresidente, JD Vance, se postulara en 2028 y luego le “pasara el testigo”, el expresidente respondió con un ambiguo “bueno, esa es una… pero hay otras también”.

Estas declaraciones han encendido las alarmas en el panorama político. Mientras sus seguidores más fieles ven en la posibilidad de un tercer mandato una forma de consolidar su visión para el país, sus detractores advierten sobre el riesgo de un intento por debilitar las bases democráticas de Estados Unidos.

Más allá de la polémica, lo cierto es que Trump sigue dominando la conversación y marcando el ritmo de la política estadounidense con su estilo impredecible. ¿Es esto solo otra de sus provocaciones mediáticas o realmente hay un plan en marcha? La pregunta queda abierta y, con Trump, la incertidumbre siempre es parte del juego.