Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, ha dejado clara su intención de endurecer las políticas migratorias durante su próximo mandato. A través de su plataforma Truth Social, anunció que declarará una emergencia nacional para utilizar al ejército en operativos masivos de deportación, lo que podría llevar a cifras récord, superando los 200 mil retornos anuales de mexicanos.
Durante su primer mandato, entre 2014 y 2020, Trump deportó a más de 766 mil mexicanos, cifra cercana a los 786 mil retornados por Joe Biden hasta 2024. Sin embargo, las condiciones fueron distintas. Mientras Trump se enfrentó a una menor migración debido a las restricciones de la pandemia y aprovechó la implementación del Título 42 para deportaciones inmediatas, Biden lidió con un incremento en la llegada de migrantes, particularmente haitianos, tras la crisis política en Haití.
En comparación, las políticas de Barack Obama, aunque también estrictas, llevaron a 1.6 millones de aprehensiones en sus últimos años, menores a las 1.9 millones registradas por Trump. Ahora, con su regreso al poder, Trump planea intensificar las deportaciones con el argumento de proteger la frontera sur, tema que sigue dividiendo a la opinión pública.
Según una encuesta reciente del Pew Research Center, el 78% de los estadounidenses considera la migración irregular desde la frontera sur como un problema grave o una crisis, una percepción que Trump ha utilizado para consolidar su base de apoyo. Con estas medidas, el magnate busca posicionarse nuevamente como el líder que promete “mano dura” en temas migratorios.
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