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El calentamiento global ya no es solo una advertencia lejana, es un peligro real que está acelerando su impacto sobre la humanidad. Un nuevo estudio publicado en Nature Reviews Earth and Environment lo deja claro: en las próximas décadas, vastas regiones del planeta serán simplemente demasiado calientes para que el cuerpo humano pueda sobrevivir. Sí, incluso para los más jóvenes y saludables.
Si el calentamiento global alcanza los 2 °C por encima de los niveles preindustriales, el área terrestre donde ni siquiera un adulto en plena forma podría regular su temperatura corporal de manera segura se triplicará, cubriendo aproximadamente el seis por ciento del planeta, una extensión similar al tamaño de los Estados Unidos. Y eso no es todo: los adultos mayores de 60 años estarán en peligro en cerca del 35% de la superficie terrestre. En otras palabras, un mundo donde el calor extremo deje de ser una ola ocasional para convertirse en una condición mortal constante.
El doctor Tom Matthews, autor principal del estudio y profesor de Geografía Ambiental en el King’s College de Londres, lo resume sin rodeos: “Nuestros hallazgos muestran las consecuencias potencialmente mortales si el calentamiento global alcanza los 2 °C. A partir de ese punto, el calor insuperable podría afectar incluso a los adultos más jóvenes, provocando golpes de calor letales, aun cuando se encuentren a la sombra, hidratados y expuestos a una brisa”. Lo que hasta ahora solo había sido un problema esporádico en algunas regiones calurosas, se convertirá en una realidad común y letal.
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Para entender la gravedad del asunto, los científicos han identificado umbrales de temperatura incompensables e insuperables. El primero ocurre cuando el cuerpo humano deja de poder enfriar su temperatura interna por más que sude o busque sombra. El segundo, mucho más grave, se da cuando la temperatura central del cuerpo alcanza los 42 °C en seis horas, un punto donde la vida ya no es sostenible.
Entre 1994 y 2023, los umbrales de calor incompensables ya se superaron en un 2% de la superficie terrestre para adultos menores de 60 años. Pero para los adultos mayores, la cifra es impactante: más del 20% del planeta ya ha experimentado niveles de calor que ponen en riesgo su vida. Hasta ahora, los casos más extremos de calor insuperable solo han afectado brevemente a los adultos mayores, pero si el calentamiento global sigue sin freno, el panorama se volverá mucho más alarmante.
Si la temperatura global sube entre 4 y 5 °C por encima de los niveles preindustriales, el calor insoportable cubrirá el 60% del planeta, dejando solo las zonas más frías de las latitudes altas como refugios habitables. En este escenario, no solo los adultos mayores estarán en riesgo, sino también los adultos jóvenes en regiones subtropicales, donde el calor ya es una constante.
El 2023 marcó un precedente peligroso: por primera vez en la historia, la temperatura media global superó en más de 1.5 °C los niveles preindustriales. Y al ritmo actual de calentamiento, el umbral de los 2 °C podría alcanzarse a mediados o finales de este siglo. Esto no es ciencia ficción ni un problema de las próximas generaciones, es una realidad que se está escribiendo hoy.
La pregunta ya no es si habrá regiones inhabitables, sino cuántas. Y la respuesta dependerá de las acciones que tomemos ahora. Porque de seguir con este ritmo, no será el planeta el que esté en peligro, sino nosotros.
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