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“El Chivo” se despide: Muere Emilio Echevarría, leyenda del cine mexicano


El cine mexicano está de luto. Emilio Echevarría, conocido por su papel inolvidable como Martín “El Chivo” en Amores Perros, falleció el pasado sábado a los 80 años. La noticia fue confirmada por Guillermo Arriaga, guionista de la emblemática película dirigida por Alejandro González Iñárritu, quien expresó su dolor a través de redes sociales. “Dolorosa noticia para quienes lo quisimos y lo admiramos. Ha muerto Emilio Echevarría. Tremendísimo actor y mejor ser humano. Un grande”, escribió en la plataforma X (antes Twitter).


El impacto de Echevarría en la pantalla grande es innegable. Su interpretación en Amores Perros (2000) no solo le ganó el respeto de la crítica, sino que también consolidó su lugar en la historia del cine mexicano. La película, una de las más importantes de la filmografía nacional, fue nominada al Óscar como Mejor Película de Habla No Inglesa, llevando las historias de las calles de la Ciudad de México a los ojos del mundo. Su personaje, un exguerrillero reconvertido en vagabundo y sicario con un profundo dilema moral, se convirtió en un ícono cinematográfico.


Aunque el actor ya había trabajado en cine y teatro, fue Amores Perros la que le abrió las puertas al reconocimiento internacional. De ahí, su carrera tomó vuelo y lo llevó a colaborar en proyectos como Diarios de Motocicleta (2004), de Walter Salles, y a compartir pantalla con James Bond en Die Another Day (2002). En México, también dejó huella en televisión, participando en series como Infames y en películas como Un monstruo de mil cabezas (2015), por la que fue nominado al Ariel.



La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas lamentó su partida, recordando sus tres nominaciones a este prestigioso premio, considerado el máximo reconocimiento del cine nacional. Su legado en la industria es invaluable, destacando siempre por su capacidad de dotar a sus personajes de una profundidad y complejidad únicas.


Hasta ahora, no se han revelado las causas de su muerte, y sus familiares han mantenido silencio al respecto. Sin embargo, algunos fans especulan que pudo tratarse de causas naturales, dado que el actor tenía 80 años.


Echevarría deja un hueco difícil de llenar. Más allá de su innegable talento, quienes trabajaron con él destacan su calidad humana y la sencillez con la que enfrentaba la vida y su profesión. Su figura permanecerá viva en la memoria colectiva gracias a personajes que no solo marcaron una época en el cine, sino que también reflejaron las realidades más crudas y humanas del México contemporáneo.


Hoy, el cine mexicano despide a uno de sus grandes. Y aunque Emilio Echevarría ya no esté, su legado seguirá proyectándose en cada pantalla que vuelva a contar las historias que tanto lo apasionaron. Porque, al final, como decía su personaje en Amores Perros: “En la vida no hay certezas. Solo hay decisiones”.


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