La madrugada del miércoles, un Tesla Cybertruck explotó frente al Trump International Hotel en Las Vegas, dejando un saldo trágico: el conductor perdió la vida y siete personas resultaron heridas. El incidente ha dejado a las autoridades perplejas, especialmente por las circunstancias que lo rodean. Según informes preliminares, el vehículo llevaba una peligrosa mezcla de fuegos artificiales, tanques de gas y combustible para acampar, que fueron detonados por un dispositivo controlado desde el interior del automóvil.
Lo que podría haber sido una tragedia de mayor magnitud fue contenido, en parte, gracias al diseño del Cybertruck. Su robusta estructura de acero inoxidable absorbió gran parte del impacto, evitando que las puertas de vidrio del hotel se rompieran y limitando los daños en las áreas circundantes. “El hecho de que fuera un Cybertruck realmente redujo el impacto de la explosión”, comentó el sheriff Kevin McMahill, quien destacó que la tecnología del vehículo eléctrico marcó la diferencia en un escenario potencialmente catastrófico.
La FBI ya tomó cartas en el asunto y está investigando si la explosión estuvo relacionada con terrorismo. Lo que hace más inquietante el caso es su posible conexión con otro ataque vehicular ocurrido ese mismo día en Nueva Orleans, en el que también se utilizó un vehículo alquilado a través de la misma plataforma. Hasta ahora, las autoridades no han revelado la identidad del conductor ni han confirmado si actuó en solitario o como parte de un grupo organizado.
Las primeras pesquisas indican que el Cybertruck fue alquilado en Colorado y llegó a Las Vegas el mismo día del incidente. Cámaras de seguridad captaron al conductor recorriendo repetidamente el Las Vegas Boulevard antes de detenerse frente al hotel, donde ocurrió la explosión minutos después. Este patrón ha llevado a los investigadores a enfocarse en los movimientos del vehículo en las horas previas y en el trayecto desde Colorado.
El caso no solo está atrayendo la atención de los medios, sino que también ha abierto un debate sobre los riesgos de seguridad asociados con los vehículos eléctricos y su uso en contextos peligrosos. Por ahora, el misterio sobre las motivaciones detrás del ataque persiste, dejando a Las Vegas y al mundo entero con más preguntas que respuestas.
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