Las frutas exóticas suelen destacar por sus colores llamativos, aromas únicos y formas que pueden parecer inusuales, pero lo que verdaderamente las distingue es su sabor excepcional.
Frutas como el litchi, la guanábana, el maracuyá, la pitahaya y las tunas son reconocidas por su capacidad para realzar una variedad de platillos alrededor del mundo, aunque hay muchas otras frutas menos conocidas que también ofrecen grandes beneficios nutricionales. Una de estas frutas es la Annona purpurea, una especie interesante que se encuentra en varias regiones de México, incluyendo Veracruz. ¿Te suena?
Esta fruta, conocida también como ilama, manirote, soncoya, sincuya, chincuya, cabeza de negro o toreta, proviene de un árbol que puede alcanzar hasta 15 metros de altura. Es notable por sus hojas y flores aromáticas, así como por su fruto distintivo. Según la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, la Annona purpurea pertenece a la familia Annonaceae, que incluye unos 128 géneros y más de dos mil especies de bejucos, árboles y arbustos.
El fruto de la ilama se distingue por su piel cubierta de varios picos de color café y una pulpa interna de color amarillo, con fibras y semillas. Su sabor combina notas dulces y ácidas. La plataforma EncicloVida de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad ha registrado la presencia de esta fruta en varias localidades de Veracruz, como San Andrés Tuxtla, Catemaco, Amatlán, Coetzala, Tuzamapan y Jalcomulco.
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