Indignación en Fortín: exigen justicia por el asesinato de Pablo Ortigoza y la disolución de la Policía Municipal

La rabia y el dolor se convirtieron en gritos de protesta en Fortín de las Flores, Veracruz. Familiares, amigos y ciudadanos se volcaron a las calles para exigir justicia por Pablo Ortigoza, el joven estudiante asesinado por un elemento de la Policía Municipal. Con pancartas en alto y consignas como "¡Si no puede, que renuncie!" y "¡Fuera Policía!", los manifestantes no solo pidieron castigo para el responsable, sino que exigieron la extinción de la corporación policíaca y la renuncia del alcalde Gerardo Rosales Victoria si sus demandas no son atendidas.

El caso de Pablo ha encendido la indignación en la comunidad. Su familia denuncia que no es la primera vez que los municipales abusan de su autoridad y que el joven fue víctima de una situación que ya se ha repetido en otras ocasiones en Fortín. Su padre, Luis Ortigoza, con la voz entrecortada por el dolor, describió lo ocurrido: "Nada más sabemos que está detenido el asesino de mi hijo... Venía a ver a su hermano y ya no pudo. Le dispararon como un animal, le destrozó la cabeza".

Los manifestantes se dirigieron al palacio municipal y lograron ser atendidos por el alcalde, quien aseguró que ya se han tomado medidas. Entre ellas, el envío de un oficio a la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, solicitando la disolución inmediata de la Policía Municipal para que la seguridad quede en manos de la Guardia Nacional o la Marina. "Me permito solicitar a nombre de la población la baja de la Policía Municipal de Fortín, Veracruz, de manera inmediata", se lee en la carta dirigida al Gobierno del Estado.

El asesinato de Pablo Ortigoza ocurrió el pasado 28 de febrero, cuando un elemento de la Policía Municipal le disparó tras negarse a una revisión. Para su familia, se trata de un claro abuso de autoridad y una injusticia más que no puede quedar impune. La presión social sigue aumentando, y los habitantes de Fortín han dejado claro que no descansarán hasta ver justicia para Pablo y un cambio real en la seguridad del municipio. La pregunta ahora es: ¿se tomarán acciones contundentes o quedará en promesas vacías?