El Derecho Internacional ha demostrado ser eficaz en áreas como el comercio, los viajes y la cooperación científica, pero también tiene limitaciones, especialmente en cuestiones de justicia penal. Un ejemplo de esto es el caso reciente de la visita de Vladimir Putin a Mongolia, que expone las debilidades del sistema cuando se enfrenta a la soberanía de los Estados.
La Corte Penal Internacional (CPI) carece de medios para ejecutar directamente sus órdenes y depende de la colaboración de los Estados para hacer cumplir sus decisiones. La posible negativa de Mongolia a arrestar a Putin, quien tiene una orden de arresto internacional, refleja esta vulnerabilidad y debilita la percepción de la imparcialidad de la justicia internacional.
Este hecho subraya el conflicto entre la soberanía estatal y la justicia global. Aunque el objetivo de la CPI es que ningún líder esté por encima de la ley, la falta de cooperación de los Estados afecta gravemente su capacidad para actuar contra los responsables de crímenes graves.
En conclusión, la visita de Putin a Mongolia representa un desafío significativo para la justicia penal internacional y destaca la necesidad de fortalecer la cooperación entre los Estados para evitar que los crímenes más atroces queden impunes.
Comments