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México y el dilema arancelario: ¿Habrá respuesta al golpe de Estados Unidos?



La tensión comercial entre México y Estados Unidos está subiendo de nivel. Con la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio mexicano, el gobierno de Claudia Sheinbaum enfrenta una disyuntiva clave: responder con la misma moneda o seguir apostando por el diálogo. La presidenta dejó claro que no tomará decisiones precipitadas y esperará hasta el 2 de abril para evaluar si México impone medidas recíprocas a los productos estadounidenses.


El anuncio llega en medio de un clima incierto. Estados Unidos definirá en esa misma fecha si extiende los aranceles a otros países que también han gravado sus productos, lo que podría escalar aún más la disputa. Mientras tanto, los mercados están reaccionando con caídas en las bolsas y se empieza a hablar de una posible recesión. A pesar de esto, Sheinbaum mantiene una postura de confianza y asegura que México tiene herramientas para afrontar cualquier riesgo económico.


Entre las cartas bajo la manga, la presidenta mencionó la existencia de una línea de crédito con el Fondo Monetario Internacional, aunque enfatizó que su gobierno no tiene intención de utilizarla. En contraste con administraciones pasadas, afirmó que su política económica no se alineará con recetas neoliberales que impliquen recortes en salud o educación.



Mientras el gobierno federal mantiene su estrategia de espera, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, regresó de Washington tras intentar frenar sin éxito las tarifas impuestas por Estados Unidos. Se espera que este jueves, durante la conferencia matutina de Sheinbaum, dé detalles sobre los avances de las negociaciones y los próximos pasos a seguir.


En el Senado, la reacción no se hizo esperar. Morena señaló que la medida estadounidense va en contra del T-MEC, mientras que el PAN exigió a la presidenta actuar con seriedad y negociar con mayor firmeza. El PRI, por su parte, fue más allá y pidió la renuncia de Ebrard, cuestionando su desempeño en la gestión del conflicto.


El reloj avanza y la fecha límite se acerca. ¿Optará México por la reciprocidad arancelaria o apostará por una solución diplomática? Todo apunta a que el próximo 2 de abril será un día clave en la relación comercial entre ambos países.


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