En redes sociales estalló la indignación por el caso de Sary, una mujer con discapacidad visual que fue discriminada junto a su perro guía, Odín, en el Hotel Safi Royal Luxury de Monterrey. Durante una posada navideña de su trabajo, el personal del hotel le negó el acceso argumentando que “no se permiten mascotas”. Aunque Sary explicó que Odín no es una mascota, sino un perro de asistencia, e incluso presentó su identificación, la negativa persistió.
En un video publicado por Sary, ella relató cómo citó leyes como el artículo 58 de la Ley Federal de Protección al Consumidor, que prohíbe condicionar servicios por discapacidad, pero el personal del hotel insistió en rechazar su entrada. La situación se prolongó por más de media hora y solo logró ingresar después de amenazar con denunciar y llamar a la policía.
La Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos I.A.P. condenó lo sucedido en un comunicado contundente. Resaltaron que, además de negarle el acceso, el personal del hotel ignoró a Sary y se dirigió únicamente a su acompañante, un acto que calificaron como discriminación. También recordaron que las leyes federales y locales garantizan el derecho de las personas con discapacidad a estar acompañadas de sus perros guía en cualquier espacio público o privado, y que incumplir estas disposiciones puede derivar en sanciones severas para los establecimientos.
La organización ofreció al hotel capacitaciones sobre trato digno hacia personas con discapacidad, destacando que respetar sus derechos no es un favor, sino una obligación legal. Hasta ahora, el Hotel Safi no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el incidente.
El caso no solo generó eco en redes, sino que llegó hasta el gobernador de Nuevo León, Samuel García. A través de sus plataformas, el mandatario compartió el video de denuncia de Sary y pidió apoyo para localizarla. “He instruido al Gobierno y a la Comisión contra la Discriminación que tome cartas en el asunto y haga las sanciones ejemplares correspondientes. Esto no debe pasar en ningún lugar, menos en Nuevo León”, afirmó.
Este lamentable episodio ha puesto sobre la mesa una realidad que muchas personas con discapacidad enfrentan día a día: la falta de sensibilidad y conocimiento sobre sus derechos. La historia de Sary y Odín no solo busca justicia, sino también despertar conciencia sobre la importancia de garantizar un trato igualitario y respetuoso para todos.
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