En su primera entrevista televisiva tras ganar las elecciones presidenciales de noviembre, Donald Trump reafirmó su intención de aumentar los aranceles a México y Canadá, calificándolos como una herramienta clave para mejorar la economía de Estados Unidos. Durante su aparición en Meet the Press de NBC News, el presidente electo declaró que su país está subsidiando a estos dos socios comerciales y sugirió que, si continúa el apoyo financiero, México debería ser considerado un estado de la Unión.
“Soy un gran creyente en los aranceles. Creo que son hermosos”, expresó Trump, defendiendo su propuesta como un camino hacia la prosperidad económica. Según el mandatario, Estados Unidos subsidia a México con cerca de 300,000 millones de dólares, algo que, en su opinión, no debería ocurrir sin un terreno comercial “nivelado y justo”.
Ante la pregunta de si los aranceles podrían incrementar los costos para las familias estadounidenses, Trump admitió que no puede garantizar lo contrario. Sin embargo, señaló que durante los primeros tres años de su mandato anterior, la economía estadounidense fue “la mejor de la historia” a pesar de las tarifas impuestas a países como China.
Además de los aranceles, Trump reiteró sus prioridades en temas migratorios, calificando la situación en la frontera sur como una “invasión” que requiere medidas más estrictas. La lucha contra la inmigración indocumentada y el control de la inflación han sido ejes centrales de su campaña para regresar a la Casa Blanca.
Aunque sus declaraciones han generado controversia, Trump mantiene su postura de que la imposición de aranceles estratégicos será clave para estabilizar la economía y reducir lo que considera un comercio desigual con sus principales socios comerciales.
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