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Vecinos de Río Blanco exigen justicia por Chaparro, el perro apuñalado en el mercado



La comunidad de Río Blanco está de luto y llena de indignación tras la cruel muerte de Chaparro, un perro callejero que se había convertido en un compañero más para comerciantes y habitantes del municipio. Su trágica historia conmocionó a la localidad, luego de que el pasado 25 de febrero fuera brutalmente apuñalado en plena vía pública, presuntamente por un cargador de carne del mercado municipal “Modesto Escalona”.


Chaparro no era un simple perro sin hogar; era conocido por su tranquilidad y cariño hacia quienes lo rodeaban. Comerciantes y clientes del mercado lo alimentaban, le daban agua y hasta le permitían dormir en los cofres de los automóviles para resguardarse del frío. Sin embargo, su confianza y curiosidad lo llevaron hasta la persona equivocada. Testigos afirman que el can se acercó al joven agresor, posiblemente atraído por el olor a carne, lo que habría desatado su furia irracional. Con un arma blanca en mano, le propinó una herida tan profunda que dejó expuestos sus órganos internos. A pesar de los intentos por salvarlo con atención veterinaria, Chaparro no logró sobrevivir.


El dolor y la rabia de la comunidad no tardaron en convertirse en acción. Dos días después del ataque, un grupo de vecinos se dirigió al Palacio Municipal para exigir respuestas de las autoridades, invocando la Ley de Protección a los Animales del Estado de Veracruz. Sin embargo, lejos de recibir apoyo o solución, sus demandas fueron ignoradas. La falta de respuesta oficial solo avivó la indignación y llevó a la organización de una protesta el jueves 27 de febrero.



Desde las 9:30 de la mañana, más de 60 personas, incluyendo jóvenes, amas de casa, comerciantes y activistas animalistas, se reunieron para exigir justicia. Algunos llegaron acompañados de sus propios perros, como un símbolo de la lucha contra el maltrato animal. Gritaron consignas como “Chaparro, escucha, esta es tu lucha” y “No más maltrato animal”, dejando claro que su enojo no se disipará fácilmente.


El movimiento no se limitó al Palacio Municipal. Los manifestantes también se trasladaron al mercado y se dirigieron a una carnicería en particular, señalada como el lugar donde trabajaba el presunto agresor. Su mensaje es claro: una persona capaz de atacar brutalmente a un ser indefenso representa un peligro latente para la sociedad. La preocupación no es solo por la memoria de Chaparro, sino por lo que este acto de violencia significa.


La comunidad de Río Blanco está decidida a no dejar este caso en el olvido. Exigen que se apliquen las leyes de protección animal y que el responsable sea castigado. 


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