
El regreso del fútbol profesional a Veracruz es una realidad. La gobernadora del estado, Rocío Nahle, confirmó que el nuevo equipo que tomará el lugar de los históricos Tiburones Rojos llevará por nombre Piratas de Veracruz. Este cambio de identidad no es solo una cuestión de branding, sino una necesidad impuesta por la FIFA, que no permite el uso del nombre "Tiburones" debido a conflictos legales.
Durante una rueda de prensa en Xalapa, Nahle explicó que el proceso para traer de vuelta el fútbol al puerto está en marcha y bastante avanzado. Según sus palabras, el estadio ya está prácticamente listo y los permisos necesarios se liberarán en junio, momento en el que el equipo quedará oficialmente establecido. "Vamos a tener fútbol en Veracruz", aseguró con entusiasmo.
La creación de los Piratas de Veracruz no es una decisión improvisada. El proyecto ha sido impulsado desde hace más de un año por los empresarios Bernardo Pasquel y Carlos Vives, quienes registraron el nombre ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). La franquicia competirá en la Liga de Expansión MX, lo que marcará el regreso de un equipo profesional al puerto tras la desaparición de los Tiburones Rojos en 2019.
El proceso de formalización aún no ha terminado. Una vez que el IMPI apruebe el registro del nombre y el escudo, la directiva deberá enviar una solicitud a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) para que el equipo sea aceptado en la liga. Sin embargo, con el respaldo del gobierno estatal y la infraestructura ya en marcha, todo indica que el fútbol volverá a rodar en el puerto en los próximos meses.
El escudo de los Piratas de Veracruz también ha sido motivo de conversación. Su diseño presenta una "V" estilizada, similar a la del equipo de béisbol El Águila de Veracruz, acompañada por un sombrero de pirata en honor a la leyenda del fútbol veracruzano Luis "Pirata" Fuente. Los colores elegidos para la identidad del club son blanco, negro y gris, alejándose completamente del característico rojo de los Tiburones. Sin embargo, algunos aficionados han señalado que el logo tiene cierto parecido con el del equipo sudafricano Orlando Pirates.
El mayor obstáculo para revivir a los Tiburones Rojos ha sido la deuda pendiente que dejó su anterior propietario, lo que impide su registro ante la FMF y la FIFA. A pesar de que el dueño de la marca ofreció ceder el nombre, las regulaciones internacionales bloquearon esta posibilidad, obligando a la directiva a optar por una nueva identidad.
Con todo listo para el gran regreso, la afición veracruzana está ansiosa por volver a llenar las gradas y apoyar a su equipo. Aunque el nombre y los colores sean distintos, la pasión por el fútbol en el puerto sigue intacta. La pregunta es: ¿podrán los Piratas de Veracruz ganarse un lugar en la historia y hacer olvidar la sombra de los Tiburones?
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