¿Y si el Covid sí salió de un laboratorio? La Academia de Medicina de Francia reaviva el debate
- guizarnoehmi
- 7 abr
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Cinco años después del brote inicial de Covid-19, el misterio sobre su verdadero origen sigue sin resolverse, pero una nueva declaración de la Academia de Medicina de Francia acaba de ponerle más gasolina al fuego. Esta vez, con una postura que, sin afirmarlo de forma definitiva, se inclina claramente hacia la posibilidad de que el virus haya salido de un laboratorio. Sí, leíste bien: el mismo debate que durante años fue tratado como una teoría de conspiración, hoy gana terreno entre voces científicas de peso.
La institución francesa publicó este miércoles un informe en el que, aunque reconoce que aún no hay pruebas concluyentes, da más crédito a la hipótesis de una fuga accidental de laboratorio que a la teoría del origen natural. Y lo hace de manera muy significativa: el texto enumera una serie de argumentos y hallazgos que, según ellos, sostienen mejor esta posibilidad.
Una de las claves que se menciona es que el SARS-CoV-2 —el virus que causa el Covid-19— tiene ciertas características únicas que no se encuentran en otros coronavirus conocidos. Estas “peculiaridades” podrían haber aumentado su capacidad de transmisión, lo cual resulta sospechoso para los defensores de la teoría del laboratorio. Este tipo de anomalías ha sido señalado también por agencias de inteligencia estadounidenses en los últimos años.
En cambio, la teoría del origen natural, que señala que el virus se habría transmitido desde murciélagos a humanos a través de animales como los perros mapaches (también conocidos como tanukis en Japón), pierde fuerza en el informe. Aunque se reconoce la existencia de material genético en el mercado de Wuhan que sugiere esa posibilidad, la Academia subraya que no hay pruebas suficientes para respaldarla de manera definitiva.

De hecho, la diferencia de trato entre ambas hipótesis es muy notoria: mientras que para la fuga de laboratorio se habla de “conjunto de hechos y argumentos”, al origen natural apenas se le dedica una explicación tibia y sin convicción. A eso se suma que entre las recomendaciones finales del informe, se pide reforzar urgentemente los controles sobre investigaciones en laboratorio, mientras que la vigilancia de patógenos en animales apenas se menciona. Un detalle que deja clara la inclinación del documento.
La viróloga Christine Rouzioux, profesora emérita del hospital Necker, respaldó públicamente esta postura durante la presentación del informe, afirmando que “ciertamente hay más argumentos” para la hipótesis del laboratorio. Aun así, advirtió que esto no debe leerse como una afirmación absoluta. Como ella misma dijo, puede que nunca sepamos realmente de dónde vino el virus.
Pero no todos están de acuerdo. La reacción entre algunos científicos ha sido inmediata y contundente. Florence Débarre, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones y quien lideró el análisis sobre los perros mapaches, calificó el informe como “científicamente deficiente”. Para ella, el texto es tan flojo que “se acerca al discurso conspiracionista de barra de bar”, y considera que no está a la altura del prestigio de la institución que lo publicó.
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